Después de que varios medios desvelaran el grave error de otorgarle un 90% de probabilidades al deshielo de los glaciares del Himalaya sin ninguna base científica para respaldarlo, ahora el IPCC dice que está "estudiando" el asunto.
Dicho estudio (pág. 38) cita como fuente otro trabajo del Grupo de Trabajo de los Glaciares Himalayos (WGHG) de la Comisión Internacional de Nieve y Hielo (ICSI) del año 1999, así como la reseña de la revista New Scientist de la presentación de dicho estudio, en la que sí se citó el año 2035. Otras noticias sobre dicha presentación también se refieren a esa fecha. Sin embargo, el estudio no menciona ningún año concreto. ¿De dónde se sacó, por tanto, esa predicción?
Recientemente, el Times parece haber hallado la respuesta tras entrevistar al científico indio Syed Hasnain, autor de la conjetura, y a Fred Pearce, autor de la reseña en la revista New Scientist sobre la presentación del estudio. Al parecer, Hasnain le dio esa cifra asegurando que el estudio respaldaba esos datos. El científico asegura que fue mera "especulación" no respaldada por ninguna investigación. Lo que está claro es que el estudio no mencionaba ninguna cifra. Eso sí, un estudio anterior del mismo organismo, el ICSI, hacía una predicción similar, sólo que la predicción no se refería al año 2035, sino al 2350.
Rajendra Pachauri, director del Panel Intergubernamental de la ONU sobre el Cambio Climático (IPCC), declaró en su momento que las dudas sobre el deshielo de los glaciares climáticos eran "ciencia vudú". Ahora, en un correo electrónico publicado por Reuters, asegura que están "mirando el asunto de los glaciares del Himalaya, y adoptaremos una posición al respecto en los próximos dos o tres días".
La explicación más benigna de este error, que daba la probabilidad más alta que puede otorgar el IPCC a una predicción, está en la inexperiencia con los glaciares del director del Grupo de Trabajo encargado de elaborar ese capítuilo, Murari Lal. Él mismo lo reconoce: "No soy un experto en glaciares y no he visitado la región, así que tengo que confiar en las investigaciones publicadas creíbles. Los comentarios del informe de WWF fueron hechos por un científico indio respetable y era razonable asumir que sabía de lo que estaba hablando".
Es decir, que con tal de que resulten lo suficientemente alarmistas, se pueden asumir como ciertas predicciones extraídas de un informe de un grupo ecologista y realizadas a partir de unas declaraciones de un científico, eso sí, "respetable". En cambio, si el científico en cuestión comete el grave pecado de dudar de la ortodoxia, se puede llegar a "redefinir lo que es un estudio revisado por pares", tal y como hacían los científicos del IPCC implicados en el escándalo del "Climagate", para evitar que sus conclusiones lleguen a formar parte del "consenso científico".