domingo, 22 de noviembre de 2009

ACTUALIDAD DEL MOVIMIENTO ASOCIATIVO EN MÁLAGA

APOYO A LAS ENTIDADES ASOCIATIVAS:

El movimiento asociativo tiene unos objetivos y un significado de existencia muy consolidado en nuestra provincia.

Tras el devenir de los años la sociedad malagueña ha ido aumentando su participación dentro del asociacionismo comunitario lo que ha propiciado un aumento en la búsqueda de recursos que permitan financiar la existencia y continuidad de los proyectos en las diferentes entidades asociativas.

Esta situación ha llevado en determinados momentos a cuestionar el papel y la credibilidad de algunos miembros destacados del organismo asociativo e incluso de las propia asociaciónes.

Todo ello puede parecer que pone en entredicho la inestimable labor o la mera supervivencia de estas entidades asociativas. Nada más lejos de la realidad pues esta visión sesgada empobrece la visión y el futuro mismo de las actividades del asociacionismo comunitario en su conjunto.

El éxito de todas ellas se fundamenta en el conjunto de los profesionales y voluntarios que con su labor diaria y anónima consiguen asegurar la continuidad de los proyectos con su trabajo.

Ello no es óbice para que puedan ser cuestionadas las estructuras gestoras y llegado el caso revisado su sistema de gestión funcional, sin poner en ningún momento en peligro los proyectos que ayudan a la consecución de los fines para las que fueron creadas.

Tampoco ha de cuestionarse la labor diaria de los trabajadores de esas entidades, ni su propia existencia, pues con su trabajo benefician a colectivos con gran riesgo de exclusión social.

Tal vez debamos de replantearnos el sistema de financiación o la gran dependencia de las subvenciones oficiales por parte del tejido asociativo que puede conllevar una merma en su capacidad reivindicativa convirtiéndolas en meras cogestoras de los servicios sociales; pero priorizando y teniendo en cuenta la implicación de los trabajadores dentro de un marco de actuaciones conjuntas cuya finalidad debe ser la elaboración y consecución de proyectos y programas con total transparencia y optimizando los recursos humanos y económicos.

Por todo ello debemos de apoyar la labor que desarrollan los trabajadores de las entidades asociativas, en su ayuda a los colectivos a quienes dirigen su proyectos y programas que benefician a la sociedad malagueña en su conjunto y el papel creciente de las entidades asociativas en la interlocución social junto a los sindicatos y patronal, interactuando con la sociedad civil, amortiguando las desigualdades en situación de mayor fragilidad y alimentando el pacto social entre agentes sociales e instituciones para evitar que fracase la cohesión social.

De la consecución de todo ello dependerá que en un futuro la contribución del movimiento asociativo supere una serie de retos a los que se enfrenta actualmente derivados de su estructura organizativa, de su propia acción social o del excesivo predominio de lo asistencial sobre lo reivindicativo. Así mismo el carácter no gubernamental de las asociaciones y sus proyectos de iniciativa social ha de ayudarles a no convertirse en meros instrumentos de la política social del Estado lo que les llevaría a la pérdida de su autonomía y a una estructura organizativa encorsetada y rígida.